Esta es la historia de un sábado,
de no importa que mes,
y de un hombre sentado al piano,
de no importa que viejo café.
Toma el vaso y le tiemblan las manos,
apestando entre humo y sudor,
y se agarra a su tabla de naúfrago,
volviendo a su eterna canción. {Ana Belén}
de no importa que mes,
y de un hombre sentado al piano,
de no importa que viejo café.
Toma el vaso y le tiemblan las manos,
apestando entre humo y sudor,
y se agarra a su tabla de naúfrago,
volviendo a su eterna canción. {Ana Belén}
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